¿Qué tal mi banda abarrotera? En esta ocasión vamos a cotorrear sobre el origen del nombre de nuestros changarros, vamos a conocer por qué se llaman “tiendas de abarrotes”. Tienditas.
¿Qué es una tienda de abarrotes?
En varias partes de toda América e incluso países como España, es muy común que al tipo de comercios que tenemos les llamen “Tiendas de abarrotes”.
Y para quien no sepa qué son o sea nuevo en el negocio, casi siempre son changarros de tamaño pequeño a medio donde hay mercancía de productos básicos, como:
- Víveres
- Bebidas alcohólicas
- Productos enlatados
- Artículos de limpieza, y más…
Pero ¿Qué quiere decir “abarrote”?
La palabra “abarrote” era utilizada mayormente por la gente que estaba en el mar, porque “abarrotar el barco” era la acción de poner andamios con barrotes en los barcos que se llenaban de mercancías y comida que la embarcación transportaba y ocupaba durante la navegación.
Cuando los barcos llegaban a su destino y se descargaba la mercancía, a los productos se les llamó “abarrotes”. Hubo otros lugares donde “abarrotes” era el nombre que le daban a los costales que tenían los productos que el barco transportaba.
Como el tiempo que los barcos tardaban en el mar se alargaba en ocasiones, las tiendas de aquel entonces se tenían que “abarrotar” lo más que se pudiera para tener la mercancía necesaria en lo que el barco regresaba.
¿A qué le llamamos actualmente “abarrotes”?
En estos tiempos le llamamos “abarrotes” a toda la merca que vendemos en nuestros changarros y también en los lugares a donde vamos a surtirnos, que generalmente son abarroteras, supermercados o mayoristas donde nosotros los tenderos andamos cazando ofertas pa’ llevar al changarro.
Incluso nos llegamos a nombrar “abarroteros”, o tenemos la frase de “así es esto del abarrote”.
Esperamos que te haya gustado esta curiosidad sobre el origen del nombre de nuestros changarros, si te gustó deja tu comentario y comparte el artículo pa’ que tus conocidos se enteren.
Vender recargas te ayuda a aumentar las ventas en tu tienda🏪
También te puede interesar...

Organiza tu caja chica: claves para control de gastos diarios
A ver, chamacos, les voy a echar un chisme bien bueno, pero de esos que valen oro molido, como cuando encuentras una moneda de $10 en el refri. ¡Ái les va! En la tiendita, la lana entra y sale más rápido que don Ramón escapándose del señor Barriga. Que si una coquita pa’ la calor,

Cómo elegir productos rentables para tu negocio pequeño
¡Quiúbole mi gente! Si andas queriendo poner tu tiendita o ya tienes una y nomás no ves claro, ¡aguas! Porque vender nomás por vender, pos no rinde. Aquí el Don Cheto les trae la receta del éxito pa’ escoger productos que sí dejan lanita y no se te queden empolvando en la repisa como disco

5 pasos para mejorar tu inventario sin morir en el intento
😎 Los 5 pasos pa’ tener tu inventario al cien… ¡sin morir en el intento, mis chamacos! ¡Quiúbole, mi gente! Si tienes tu tiendita de abarrotes, miscelánea o changarro, ya sabes que llevar el inventario no es de lujo… ¡es de vida o muerte, mano! Así que como diría el Chapulín Colorado: ¡Síganme los buenos!

Ventajas de aceptar telepeaje o recargas en tu tiendita
¡Ey, chamacos! Pónganse truchas porque les traigo un chisme de esos que hacen que uno diga: “¡Eso, eso, eso!” como el Chavo del 8. Imagínense esto: va pasando una doñita o un compa por tu tienda y ¡tómala barbón! Se da cuenta de que puede echarle saldo a su celular o pagar su TeleVía sin

Aprovecha el buen fin: estrategias para que tu tienda destaque
¡Quiúbole, mis sobrinos! El Buen Fin ya casi nos cae encima, como suegra en visita sorpresa, y esta es la mera oportunidad pa’ que tu tiendita —sea de las de mostrador, en línea, o de las dos— se luzca como telenovela en horario estelar. Así que agárrense, que aquí les traigo las estrategias meras buenas,

Cómo los pines digitales pueden ayudarte a captar más clientes
¡Quiúbole mi gente! En estos tiempos modernos, donde todo mundo anda picándole al celular como si fueran jugando maquinitas del mercado, uno tiene que ponerse trucha pa’ jalar clientela, ¿verdá? Y pa’ eso, chamacos, están los famosísimos pines digitales, una cosa bien perrona que, si los usas como Dios manda, te puede hacer ganar clientes


