¡Quiúbole, mis sobrinos tenderos! Aquí su Don Cheto el Abarrotero, reportándose como siempre al pie del cañón. Ya sé que todos le echamos ganas a la tiendita, pero, como decía el buen Cantinflas, “Ahí está el detalle”… A veces uno, sin querer queriendo, comete unos errores que ¡asustan más que la renta a fin de mes!
Así que pónganse buzos caperuzos porque les traigo los 7 errores que hacen que tus clientes entren una vez, te digan “¡Ahí te ves!”… ¡y no vuelvan jamás! 😱
Cara de fuchi y atención de tortuga
Miren, chamacos, si cuando entra Doña Lupita le sueltan un “¿Qué va a llevar?” como si les debiera la tanda, pues no manchen… Los clientes vienen por sus papitas, pero también por el “¿Cómo está, vecino?”. Una sonrisa no cuesta, pero sí vende. ¡A darle que es mole de olla!


El clásico: "No tengo cambio" o "Aquí no aceptamos tarjeta"



Cuando te caen con un billete de $500 y tú nomás haces la carita del Chavo cuando le quitaban la torta… ¡Pues así no se puede, sobrinos! Hoy la banda quiere pagar con tarjeta, QR o hasta con señales de humo. Éntrenle a lo moderno con cosas como MTCenter, que aparte de quedar bien, te deja unos pesitos extra vendiendo recargas y cobrando servicios. ¡Negociazo!
Tienda o bodega de los recuerdos...
Si tus estantes parecen zona arqueológica, llenos de polvo y con productos que caducaron cuando Chespirito todavía salía al aire… pues no esperes que la gente quiera regresar. Mantén todo bonito, limpio y bien acomodado, ¡como si fueras la vecindad del orden!
Precios escondidos o que parecen de boutique fina
¿Cuánto cuesta el refresco, joven?” — “Déjeme ver…”. No, no, no… Eso espanta más que ver a la Chilindrina enojada. Tus precios deben estar claritos y ser justos. No se trata de regalar, pero tampoco de querer vender el kilo de azúcar como si fuera oro molido.



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Nunca tienes lo que piden
Si cada que Don Ramón llega por su pan “Bimbo” le dices “No hay”, al rato se va a la tienda de la otra cuadra. Escucha a tu clientela, sobrino. Y no solo tengas frijoles y sopas, métele variedad con recargas, pago de servicios y pines digitales. ¡Eso siempre se mueve más que Kiko presumiendo su pelota cuadrada!
Horarios de "cuando Dios quiere"
Hoy abres a las 9, mañana a las 11… ¡y el domingo te desapareces como el chavo cuando debía la renta! La gente necesita saber que tu tiendita es más confiable que el Profesor Jirafales con su ramo de flores. Fíjate bien en tus horarios, sé constante y verás cómo te buscan más.


Te quedaste en los tiempos del televisor de bulbos
Eso de “así siempre ha sido” ya quedó en el pasado, como los discos de vinil. Ahora la raza quiere servicio a domicilio, pedir por WhatsApp o ganarse una promo. Ponte trucha y moderniza tu tiendita, que no cuesta tanto y sí te da más clientela.
¡Haz que tu tiendita sea la más chula de la colonia, sobrino!


Cada detallito cuenta, mi gente. No dejes que la competencia —esa que parece el Señor Barriga cobrando puntual— te gane el mandado. Dale cariño a tus clientes, sé justo, modernízate tantito y vas a ver cómo no solo regresan, ¡hasta te recomiendan!
Y ya sabes, si quieres que tu tiendita tenga más entradas que el programa de Chespirito, échale ojo a MTCenter, que te ayuda a atraer más clientes con servicios que sí dejan.
Nos estamos leyendo, chamacos. Y recuerden: “Fue sin querer queriendo” ya no es excusa para perder clientes. 😜