Precios visibles en tu tiendita: vende más y gana clientes

¡Sobrinos, pónganle precio a todo, porque si no, la gente nomás se les pela!
Miren, chamacos, si hay algo que a la clientela le choca más que un bolillo duro, es no ver el precio de lo que quiere comprar. Ustedes piensan: “Ah, no pasa nada si no lo pongo”, pero ¡no, no, no! En cuanto no lo ven, la raza piensa: “Seguro está carísimo” o “Me van a querer ver la cara”, y ¡zaz!, se les van como agua de las manos.

 

En el mundo de las tienditas, cada cosita cuenta, y tener los precios bien a la vista es como tener un letrero que diga: “Aquí somos derechos”.

La desconfianza espanta clientes

Cuando no hay precio, mi gente, la mente vuela:

  • “Van a inventar el precio según la cara que traiga”.

  • “Esto ha de costar un ojo de la cara”.

Pónganlos clarito, con plumón, letras grandotas, como si estuvieran anunciando la feria del pueblo. Eso da confianza y hace que el cliente se sienta como en casa.

Precio clarito, compra rapidita

¿A poco no? Si el precio está a la vista, el cliente ni tiene que andar buscándote.
Tú no dejas de despachar, él no deja de comprar, y la fila corre como agua en tobogán.
En estos tiempos de prisas, un precio visible es como tener un vendedor chambeando 24 horas… pero sin pedir aguinaldo.

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Poner precios no cuesta un dineral

No hay que gastarse la tanda para etiquetar:

  • Etiquetas adhesivas: baratas y con plumón quedan al tiro.

  • Pizarrón o cartulina: pa’ lo que se vende a granel o está en promo.

  • Porta-precios de plástico: se ven bien fufurufos y ordenaditos.

Tip de su tío Don Cheto: usa colores que griten “¡oferta!” pero no te me vuelvas carnaval, que la gente se acostumbre a tu estilo.

Precios buenos y a la vista: el combo ganador

De nada sirve que el precio se vea si está por las nubes. Por eso usamos el Preciómetro de la comunidad Don Cheto:

  • Comparas con la competencia de la colonia.

  • No quedas ni muy arriba ni muy abajo.

  • Ajustas rapidito si el vecino se pone abusado.

El cliente decide rápido

En las tienditas es así:
Ve el producto → Ve el precio → Lo mete al carrito.
Si no ve el precio, ni lo agarra. Precio escondido = venta perdida.

Poner los precios donde se vean no es nomás pa’ que todo se vea bonito, es una maña pa’ vender más, dar confianza y ganarle al de la esquina. Así que, sobrinos, si no quieren que la gente se les vaya como en feria, ¡pónganles el precio clarito, como anuncio de lucha libre!

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